viernes, 27 de abril de 2018

OMBU: ARBOL NACIONAL


OMBÚ (Phytolacca dioica)


El ombú es un árbol de la familia de las fitolacáceas, que simboliza a la pampa. Es voz de origen guaraní: umbú que significa sombra o bulto oscuro. Se lo considera más bien una hierba gigantesca que un árbol. Es de corteza gruesa y blanca, madera fofa, hojas alternas y simples, con flores dioicas en racimos de mayor longitud que las hojas. Crece muy bien en la llanura pampeana y su generosa sombra cobija a los viajeros y al humilde rancho campesino formando parte del paisaje. El ombú es originario de Argentina, y ningún otro árbol tiene tanto derecho al nombre de "árbol gaucho" como el ombú. El campesino buscaba su vecindad cuando iba a construir el rancho, ya que su sombra reparadora y su fresca lo defendía del calor y las tormentas del invierno.

El ombú vive siglos, con su enorme copa verde, erguido y firme. No hay huracán que pueda derribarlo, ni rayo que logre fundirlo.

Sus hojas medicinales, hervidas en agua, son un purgante eficaz.





Perú: el sorprendente hallazgo del mayor sacrificio masivo de niños


Perú: el sorprendente hallazgo del mayor sacrificio masivo de niños de América a manos de la antigua civilización Chimú

Hace poco más de medio siglo, 140 niños fueron sacrificados y sepultados mirando hacia el océano Pacífico que hoy baña las costas del distrito de Huanchaco, al norte de Perú.
Este jueves sus restos fueron presentados como "evidencias del más grande sacrificio masivo de niños de América y probablemente de la historia mundial", según la revista National Geographic, que publicó la noticia en exclusiva.
"Personalmente, no lo esperaba. Y creo que nadie más se lo podría haber imaginado", dijo John Verano, antropólogo de la Universidad Tulane (EE.UU.) y líder del equipo investigador junto al explorador peruano de National Geographic Gabriel Prieto.
Los restos de los niños, que tenían entre 5 y 14 años, presentaban cortes en el esternón y dislocación de las costillas, signos que sugieren que les extrajeron el corazón.
Según detalla la investigación que todavía está en curso y que espera para ser publicada en una revista científica, los niños murieron en un único ritual junto a 200 llamas jóvenes.