jueves, 23 de septiembre de 2010

PROVERBIOS de Arriel del Valle

   Las cosas se agradecen en la vida, y no llevando flores, epitafios y llantos en la tumba.


   El que tiene cara de piedra, visita como traidor al que no ama.

   No existe dolor más grande para el ser sensitivo, que actuar a veces con la insipiencia.

   Si no lo amas, con la intensidad que ella merece, déjala.

   Cuando verdaderamente vale la pena admirar a un ser humano; éste, nada vale para sí mismo, sino sólo para los demás; y a la vez, desde temprana edad cumple una misión en este mundo o en el otro.

   Las lenguas burdas o bastas, jamás deben juzgar a los genios.

   Cuanto más elevado es el grado de inteligencia, es cuanto más se aleja de la arrogancia.

   Si eres un buen artista, posees un don de Dios, pues entonces, jamás pretendas felicidad alguna en este mundo.

   No pretendas jamás, buscar a Dios y a la poesía, en una ciudad gigantesca, búscalo con ella, en una pequeña población o aldea.

   Las religiones, a veces sirven para destruir las relaciones más íntimas y más sagradas de una familia.

   Los pecados de una mujer, se miden de acuerdo al grado de la intensidad de sus llantos.

   El que se aleja de lo suyo, para acogerse a lo ajeno, deja de ser.

   Dichoso del que es honesto y honrado; porque puede volver por las mismas sendas, a través de los tiempos y de las distancias.

   El ser que goza de la celebridad, no tiene felicidad.

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