viernes, 24 de septiembre de 2010

¿Qué es el Síndrome de la mujer maltratada?


Es cuando frente a los reiterados episodios de violencia y pensando de que la situación no se va a modificar, la mujer se calla, por temor a que se produzca una agresión aún mayor, hacia ella o hacia sus seres queridos.

¿Cómo nos damos cuenta que una mujer presenta el síndrome de la mujer maltratada?

El síndrome de la mujer maltratada puede manifestarse con síntomas corporales o trastornos psicológicos. Los más frecuentes son:

a) Angustia, malhumor, depresión, sensación de impotencia, intentos de suicidio e insomnio;

b) Abuso de drogas y trastornos de la alimentación;

c) Molestias en el cuerpo como: dolor abdominal crónico, dolor de cabeza, cansancio, etc. que no mejoran con el tratamiento;

d) Problemas ginecológicos.

Es común que las mujeres maltratadas pidan turno con el médico y falten y, si tienen lesiones físicas provocadas por la violencia, suelen demorar en buscar ayuda, o bien dar explicaciones vagas acerca de cómo se ocasionaron. Las embarazadas suelen acudir tardíamente al control prenatal. Las consultas en la guardia son frecuentes.

Habitualmente, el agresor evita que la víctima sea atendida por un mismo médico y la acompaña a la guardia para asegurarse de que no cuente nada. Estas pacientes están como “anestesiadas” (como si una parte de la persona no sintiera lo que le está ocurriendo). Por ejemplo: una mujer consulta en repetidas oportunidades por cansancio general, dolores en todo el cuerpo, etc. y, a partir del interrogatorio del médico, relata, sin signos de tristeza o sufrimiento, cómo su marido a veces la pellizca o la empuja. Ella dice que así es él, que siempre la ha tratado de ese modo, pero que a ella no le molesta,“igual, después se le pasa”.

En muchos casos, el maltrato en la mujer sólo es detectado por el sistema de salud cuando la víctima se presenta a la guardia (o, menos frecuentemente, al consultorio) con heridas graves etc..

¿Cúales son las características de los agresores?

» Son individuos con ideas cerradas, no suelen escuchar al resto de las personas. Perciben a su mujer como una persona provocadora, y tienen una especie de lente de aumento para observar cada pequeño detalle de la conducta de ella. Por el contrario, les resulta extremadamente difícil observarse a sí mismos y suelen confundir el miedo con la rabia, y la inseguridad con la bronca.

» Se justifican diciendo que las consecuencias de su violencia no son tan grandes, como sí lo son las causas que la provocaron.

» No registran que se están abusando de la víctima, o no lo toman en serio. Niegan el abuso, responsabilizan a otros. Se comportan de manera muy distinta en público que en privado (su comportamiento social suele ser amable y seductor); cuando se los interroga niegan o minimizan sus actos de violencia o sostienen que es la mujer quien los provoca.

» Por lo general, los abusadores tienen dificultad para expresar sus sentimientos, no dan apoyo, atención o apreciaciones a los demás; no respetan los derechos ni opiniones.

» Faltan el respeto: interrumpen cuando se los interroga, cambian de tema, no escuchan o no responden, cambian las palabras, humillan a la víctima frente a otros.

» Utilizan tácticas de presión sobre la mujer como el generar culpa, intimidar, amenazar, retener el dinero, manipular los hijos.

» Existe “abuso de la autoridad”, toman solos las grandes decisiones, dicen lo que hay que hacer.

» Suelen tener antecedentes de haber presenciado episodios de maltrato o violencia en su hogar en la infancia

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