miércoles, 3 de noviembre de 2010

EL GENERAL PERON DIJO:


Todas las fuerzas son utilizables en nuestro movimiento si son nobles y leales y todos los hombres serán bienvenidos si vienen con lealtad y con sinceridad a servir bajo nuestra bandera.

Peronista, para mí, como conductor del Movimiento, es todo aquel que cumple la Ideología y la Doctrina Peronista

Con la Justicia Social se postula una política redistributiva del estado, que integra a sectores marginados y semimarginados de la sociedad, a condiciones de vida más justas y dignas.

La Independencia Económica se complementa con la teoría de la tercera posición, y formula la intención de construir un estado sin dependencia de los imperialismos que rigen el mundo. El Justicialismo es nacionalista y propicia la nacionalización de los resortes básicos de la economía como base fundamental para asegurar la concreción de la idea fuerza con esta última afirmación.

La Soberanía Política se basa en la facultad del pueblo, como cuerpo orgánico o comunidad organizada, de autodefinirse.

Comunidad Organizada, expresa la idea de un todo orgánico en la que el individuo puede realizarse y realizarla al mismo tiempo. Y en la que se debe producir la armonía y el equilibrio cono síntesis de todo los conflictos sociales.

Perón sostenía que la Comunidad Organizada posibilita una armonía de los fines espirituales y de los materiales (capital y trabajo), a través del equilibrio en la logro de ambos. Sintetizando, sostiene que la Comunidad Organizada permite la solución de todos los conflictos con las ideas de proporción, armonía y equilibrio. Estos conceptos están dirigidos a eliminar la influencia de la lucha de clases, posibilitada por el individualismo capitalista que basa su filosofía en el afán de lucro y en el egoísmo. La organización de la riqueza y su explotación tiene por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social.

Destruir la justicia social, lo cual ya está en marcha mediante los arbitrios económicos que hemos comprobado.

Destruir la independencia económica mediante la vuelta del país a 1943, es decir, endeudado por empréstitos y con sus servicios entregados al extranjero.

Destruir la soberanía política mediante el fraude electoral en lo interno y la dependencia colonial en lo externo.

... Iniciamos en 1945 la marcha hacia el porvenir siguiendo las banderas de la justicia social, la independencia económica y la soberanía política, en busca de la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación. Ellos arriaron esas banderas y han renunciado a su destino.

Los puntos básicos que tomamos eran los más - diremos - los más "groseros", los más elementales, como la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. Esas fueron nuestras tres banderas.

Tres banderas que aún hoy sostenemos, y que representan el trípode de toda solución para la República Argentina, en el presente y en futuro.

La revolución quiere llevar al ámbito de los trabajadores argentinos el orgullo de pertenecer a una patria fuerte y generosa, donde la justicia y la ecuanimidad reinen soberanas, y donde el temor a las influencias espurias no pueda desnaturalizar la alegría de vivir y de crear.

El Presidente de la Nación Argentina (Juan Domingo Perón), haciéndose intérprete de los anhelos de justicia social que alientan los pueblos y teniendo en cuenta que los derechos derivados del trabajo, al igual que las libertades individuales, constituyen atributos naturales, inalienables e imprescriptibles de la personalidad humana, cuyo desconocimiento o agravio es causa de antagonismos, luchas y malestares sociales, considera necesario y oportuno enunciarlos mediante un declaración expresa, a fin de que, en el presente y en el futuro, sirva de norma para orientar la acción de los individuos y de los poderes públicos dirigida a elevar la cultura social, dignificar el trabajo y humanizar el capital, como la mejor forma de establecer el equilibrio entre las fuerzas concurrentes de la economía y de afianzar, en un nuevo ordenamiento jurídico, los principios que inspiran la legislación social.

Queremos un partido idealista, con profundo sentido humanista.

La Revolución quiere llevar al ánimo de los trabajadores argentinos el orgullo de pertenecer a una patria fuerte y generosa, donde la justicia y la ecuanimidad reinen soberanas, y donde el temor a las influencias espúreas no pueda desnaturalizar la alegría de vivir y crear.

Nosotros no entendemos mucho de leyes, pero en cambio, entendemos mucho de justicia.

Es necesario también tender a la riqueza espiritual, hacia eso que constituyen los únicos valores eternos y que son los que unirán, si es necesario, a los millones de argentinos, en la defensa de la patria, a costa de cualquier sacrificio.

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