"Hamster" que significa acumular, refiriéndose a la costumbre que tienen estos roedores de guardar los alimentos en unos sacos bucales llamados abazones y de juntar provisiones en sus madrigueras.
Es un buen animal para mascota ya que es tranquilo, dócil y no produce olores desagradables.
Su actividad se desarrolla en la tarde y noche, no toleran el sol por lo que la jaula debe ser mantenida a la sombra. Se ven muy beneficiados al ponerles una rueda de ejercicio en su jaula, pudiendo recorrer kilómetros en una noche.
Son mamíferos roedores de la familia de los cricetidos, miden alrededor de 15 a 20 centímetros, su cuerpo es robusto y rechoncho, el pelaje es rojo vivo en el dorso y negruzco en el vientre.
Son de costumbres preferentemente nocturnas y viven en galerías que ellos mismos excavan, llegando a profundidades de hasta dos metros; son muy limpios, tienen cola corta, dientes afilados y en sus mofletes guardan comida para ingerirla después.
Viven de 3 a 4 años.
Son utilizados frecuentemente en los laboratorios para investigaciones científicas sobre todo en las que se refieren a los estudios del cáncer, de los injertos y de las funciones endocrinas.
La mejor hora para alimentarlos es por la noche, ya que como dijimos antes son de hábitos nocturnos, utilizan sus patas delanteras para comer, es aconsejable darles alimento balanceado, frutas y verduras.
Su madurez sexual es entre la cuarta y la sexta semana de vida, la gestación dura unos 15 días, y pueden llegar a tener unas 8 a 12 crías por vez. Las crías nacen sin pelo, luego de la primer semana les comenzará a crecer. Maman la leche de sus madres durante las primeras semanas. Si quieres alzarlos, sujétalos con las dos manos, pero no os aprietes pues les harás daño. Trata de que su jaula o pecera sea cómoda con rampas, escaleras y juegos, que tenga un plato pesado para la comida y una botella de agua, algo duro para roer y abundante aserrín para absorber los excrementos y dar calor a los animales.
La jaula debe tener buena ventilación y es ideal que sea alta para que puedan trepar, se deben limpiar diariamente y desinfectar una vez a la semana, principalmente porque tienden a juntar alimento detrás del nido, el que puede descomponerse. En el suelo puede ponerse viruta o papel picado.
Tienden a roer y escaparse por lo que la jaula debe ser a prueba de Hámster, y como sus dientes crecen en forma continua es bueno proveer trozos de madera para que los desgasten.
Los Hámster son omnívoros, aunque comen granos, frutos y raíces de preferencia. Se puede utilizar una dieta comercial de alimentos peletizados, aunque estos no son consumidos si se mezclan con semillas. Las semillas como la maravilla, maíz, nueces y almendras son muy bien aceptadas, pero cuando constituyen una dieta única predisponen a enfermedades ya que tienen mucha grasa y pocos nutrientes y deben se dadas como premio, no como comida. La vitamina C también debe ser suplementada con la administración de frutas como naranja, kiwi o mandarina, cuidando de retirar los restos para que no se descompongan.
En estado natural son animales solitarios, condición que se mantiene en cautiverio ya que tienden a pelear y morderse especialmente al juntar un macho con una hembra fuera del período reproductivo, aunque individuos del mismo sexo se pueden mantener juntos, deben ser separados al primer indicio de mordeduras.
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