miércoles, 3 de noviembre de 2010

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Primavera: sonrisa de las cosas, los ramos

palpitaban de flores y huéspedes parleros;

octubre anaranjaba la arena en los senderos,

recuerdas? Bajo el cielo de octubre nos amamos.

Verano: sin testigos, cabe la mar llegamos;

Otoño deshojaba los álamos ligeros;

tentónos el pecado, te acercaste, pecamos...

Ah! tu primer sonrisa, tus abrazos primeros!

Sobrevino el Invierno: saltaste a mis rodillas;

besé con largo beso tu boca y tus mejillas;

ardió con viva llama tu núbil cuerpo en flor.

¡Oh carne! qué ambicionas? Corazón, ¿qué más quieres?

Huyen las estaciones y pasan las mujeres,

y yo que he amado tanto desconozco el amor.

Olavo Bilac
(Brasil, 1865-1918)



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