Cuando pienso que este mundo a mi alrededor existió una vez sólo en tu imaginación...
Cuando ves que levanto los ojos al cielo azul entre tantas estrellas bañándome con su luz, que pequeña soy...
Cuando entiendo que vivimos en la eternidad, porque en realidad no hay principio ni final...
Esas cosas que todos deseamos alguna vez; esos sueños de gloria, riquezas y de poder, que pequeños son...
Y regreso a Tí porque veo por fin que no hay otro camino...
Tú eres la vida, la semilla, el fruto y la flor... La chispa divina que encendió en las tinieblas el sol... El espíritu de la creación, el rostro del amor...
Cuantas veces nos asesinamos sin razón por la pequeñez de una idea o de un color...
¿Cuánta sangre inocente costó nuestra estupidez? ¿Cuántas lágrimas hemos llorado hasta entender? ¿Cuál es la lección? Y volvemos por fin porque llevan a Tí todos nuestros caminos...
Tú eres la vida, manantial que no se agota jamás... La luz encendida que nos guía en el camino a la paz... La esperanza de un futuro mejor, el rostro del amor...
Tú eres la vida, la semilla, el fruto y la flor... La chispa divina que encendió en las tinieblas el sol...
Tú eres la vida, manantial que no se agota jamás... La luz encendida que nos guía en el camino a la paz...
Tú eres la vida, la semilla, el fruto y la flor... La chispa divina...
- Autor Desconocido -
No hay comentarios:
Publicar un comentario