jueves, 1 de septiembre de 2011

PENAS Y ALEGRIAS


Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan.

Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.

Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.

Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.

MAMERTO MENAPACE

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