martes, 18 de octubre de 2011

EL PROBLEMA ARABE-JUDIO‏

Desesperado de sed, un talibán iba sobre su camello en el desierto afgano, cuando de pronto divisó algo a la distancia.


Esperanzado de hallar agua pero temiendo que fuese un espejismo, se fue acercando hasta la imagen.

Cuando estaba a tan solo unos metros ve que es un viejo judío sentado en un caballete detrás de un mostrador improvisado atiborrado de baratijas y las más diversas mercaderías.

-"Estoy desfalleciendo de sed. ¿Podría darme agua?", -imploró el árabe

El judío le respondió:

-"La verdad es que no tengo agua acá, pero... ¿porqué no se compra una corbata?". Acá tengo una que combina perfecto con su túnica..."

-¡No quiero una corbata!", -aulló el Árabe-

- "¡AGUA ES LO QUE QUIERO, AGUA!" -insiste alterado-

-Bueno, no me compre una corbata si no quiere. Pero, para que vea que soy una buena persona y no le guardo rencor por no comprarme para alimentar a mi familia, le diré que pasando esa colina, a unos 4 kilómetros, hay un buen restaurante.

-Vaya en ese sentido, ellos tienen todo el agua que Ud. quiera!

El árabe agradeció y salió en dirección a la colina.

A la hora el talibán regresa donde el viejo judío, quien seguía sentado en su caballete.

El árabe estaba hecho un desastre con el rostro desencajado por la desesperación, el turbante desanudado, venía inclinado agarrándose del cuello de su camello.

El viejo lo mira y le pregunta:

- Le había dicho 4 kilómetros tras la colina....... ¿no lo encontró?

El árabe abriendo los ojos como huevos fritos, gritó:

- Lo encontré perfectamente........ PERO EL HDP DE TU HERMANO NO ME DEJO ENTRAR SIN CORBATA!!!!!!!!...

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