"Estos hombres de campo ya no luchan para sí, sino por sus hogares y por sus hijos, para que tengan la seguridad de un futuro de la que ellos carecen. Estar a su lado en esta hora debería ser la posición de todo argentino"
Francisco Netri
El Doctor Francisco Netri, nació en Albano, Lucania, Italia, el 2 de abril de 1873. A la temprana edad de 5 años quedó huérfano de padre y fue su hermano José quien se hizo cargo de sus estudios. Ingresó en el Instituto Sarli, en Potenza, y luego pasó a la ciudad de Nápoles, lugar donde culminó su carrera en Derecho con las mejores calificaciones. Allí mismo comenzó a ejercer su profesión junto a colegas de renombre que le estimaban y guiaron en sus primeros desempeños profesionales.
En busca de nuevos y más prósperos horizontes emigró a nuestro país, no para lograr fortuna sino para juntarse con su madre y sus cinco hermanos que ya vivían en Rosario y para verse rodeado del afecto familiar que todo humano necesita.
No necesitó demasiado esfuerzo para revalidar su título; para lograrlo contó con su clara inteligencia y así pudo ejercer su profesión en nuestro medio donde instaló su bufete que pronto contó con nutrida y selecta clientela que valoró y reconoció su capacidad y lo que es muy importante: su honestidad.
La prensa local publicó muchas colaboraciones debidas a su pluma, comenzando con esto a ejercitarse como periodista en temas de doctrina.
La cátedra llenó espacios en su vida, obteniendo por concurso la cátedra de "Idioma italiano" en el Colegio Nacional Nº 1 "Domingo Faustino Sarmiento", agregándose más tarde la de "Historia del comercio" anexada a "Geografía", donde sus lecciones fueron calificadas como brillantes.
La "Revista Argentina de Ciencias Políticas" que tuvo al Dr. Rodolfo Rivarola como fundador y director, contó con sus colaboraciones al igual que otra revista que supo despertar gran interés en su tiempo: "Revista de Ciencias Económicas".
Publicó capítulos sobre temas especializados como "El histerismo en la criminología", "Notas sobre el delito en el Arte", "La reincidencia criminal específica y reiterada", "El poder judicial", "El fenómeno de la desocupación", "La doble nacionalidad", siendo este último tema de primordial actualidad en nuestra Argentina de finales del siglo XX y principios del XXI, dándose la circunstancia de que muchos hijos o nietos de esforzados inmigrantes están volviendo al sitio originario de sus ancestros.
La Sociedad Italiana de Socorros Mutuos "Unione e Benevolenza" lo contó en la nómina de sus presidentes. Además presidió la Comisión de Homenaje al Embajador Martini. También fue presidente del Comité XX de septiembre en 1908 y de la Comisión de Recepción y Homenaje al Profesor Ferri. Fue iniciador del Ateneo, lugar donde convergían intelectuales sin distinción de nacionalidad; del "Círculo Dante Alighieri" y del "Círculo de la prensa".
Valorado por su intelecto, la sociedad de antropología de Roma lo contó entre sus asociados, siendo además Miembro honorario y corresponsal de la oficina de heráldica italiana en Florencia y del Instituto Jurídico Internacional de Milán.
Pero el mayor cambio en su vida lo constituyó la huelga agraria que estalló en Alcorta (Sta. Fe) el 25 de junio de 1912. El escritor rosarino Plácido Grela, en un enjundioso trabajo de investigación histórica titulado "El Grito de Alcorta", hace un pormenorizado análisis de los sucesos protagonizados por los colonos de la región, atropellados y explotados por los terratenientes insensibles a los padecimientos de las mujeres y de los hijos de estos poco menos que esclavos que con motivo de la fervorosa protesta fueron encarcelados.
Faltos de asesoramiento legal, pidieron apoyo al cura del pueblo que casualmente era hermano del Doctor Francisco Netri. Éste, ante el requerimiento de su hermano José que había fracasado en el pedido de liberación de los presos, decidió intervenir para corregir la injusta privación de libertad de los que reclamaban condiciones más dignas de vida para las explotadas familias agrarias.
Como serio hombre de Derecho, al ser visitado por una delegación de colonos que vino a Rosario, estudió y analizó los contratos legales que tenían suscriptos con los terratenientes y que debían cumplir. ¿Por qué no lo hacían? Causas excepcionales como la depresión mundial de los productos frutos del esfuerzo personal no les proporcionaba en mínimo indispensable para su supervivencia aunque las cosechas fuesen abundantes.
Netri pensó que los propietarios accederían pero lamentablemente no fue así. No quisieron atender razones y se aferraron a la letra de sus contratos negándose a conceder rebajas en los arrendamientos y aparcerías. Planteadas las cosas de esta manera, Netri alentó a los colonos a resistir y continuar con la huelga.
No puedo menos que recomendar la atenta lectura del libro de Plácido Grela: "El Grito de Alcorta", que abunda hasta en los más mínimos detalles sobre los hechos acaecidos en esa población y que se extendió por todos los pueblos vecinos.
Sólo hay que deplorar que una vida tan valiosa como la del Doctor Francisco Netri, y de la que se podían esperar más contribuciones que las que ya había elaborado exponiendo problemas que aún subsisten sin solucionar porque favorecen a unos pocos y perjudican a la gran mayoría, haya sido segada por un asesino cuya mano fue armada por gente bien conocida.
Esto ocurrió un 5 de octubre de 1916 en una céntrica calle de Rosario, pero la obra del Dr. Francisco Netri, presidente de la Federación Agraria Argentina y Director del periódico "La Tierra", no pudo ser acallada; muy por el contrario, tanto la Federación como el periódico continuaron la lucha sin claudicaciones
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