jueves, 20 de septiembre de 2012

PUEBLOS HERMANOS: Mocovi, Toba, Wichi


Hablar de los pueblos indígenas sean ellos Wichi, Mocobí o Tobas que componen nuestra provincia, pareciera en la actualidad que es algo nuevo para la sociedad en general.

Existen personas que buscan descubrir grandes cosas en los pueblos indígenas, su forma de vida: organización social, política, económica, de salud y de educación.

En realidad siempre se habló del indígena, pero no seriamente, siempre se lo ha desvalorizado como persona y como parte de la sociedad.

Con el sólo hecho de considerar  la primera incorporación de la sociedad indígena en la Constitución Nacional nos podremos dar cuenta de cómo se ha tratado a las diferentes naciones indígenas: Constitución Nacional del año 1.853, en el artículo 64 y en su inciso J 5, decía así: “… conservar el trato pacífico con los indios y promover la conversión de ellos al catolicismo…”

En el tratamiento legislativo relacionado con los Pueblos Indígenas se ponen en juego una serie de valores postulados por la sociedad y asumidos por el Congreso como una de sus expresiones más representativas. Estos valores han sufrido desplazamientos y cambios de jerarquías en la medida en que se modificó el lugar de los Pueblos Indígenas en la sociedad.

La primera incorporación de la Sociedad Indígena en la Constitución Nacional de nuestro país en el año 1.853, en el artículo 64 y en su inciso j. 5, decía así:

“… conservar el trato pacífico con los indios y promover la conversión de ellos al catolicismo”
La reforma de la Constitución Nacional de 1949, en su artículo 68, inciso 15, decía:
“… no se pueden establecer distinciones raciales, ni de ninguna clase, entre los habitantes del país.”

En esta época se conoce como la argentinización de los Indígenas de este país. Todos teníamos que ser como los demás, nuestra lengua y cultura quedaban prácticamente olvidadas…

Después de mucho tiempo, aparece una nueva palabra, “reparación.” Este vocablo apunta más bien a la compensación material:

Política de tierras
Protección laboral
Y  valorativa:
Condición de indio.
Lengua
Cultura.

Estas compensaciones son dirigidas a los Pueblos Indígenas sobrevivientes de los Grandes Avasallamientos de la cultura occidental en este territorio argentino.

En este marco cobra significatividad iniciar todo proceso de elaboración que propicie iniciativas de integración en torno al tema, otorgando entidad a las comunidades aborígenes, privilegiando su participación.

ETNIA TOBA 

Del guaraní :"frente"; esta denominación se asocia a la de los "frentones" conferida por los españoles por la costumbre de los guaykurues de raparse la frente ante la muerte de un familiar, o Kom'lek, ocupaban principalmente la provincia del Chaco y en mucho menor medida Formosa y Salta.

Constituyen comunidades rurales o urbanas con sus líderes tradicionales o comisiones vecinales, asociaciones comunitarias, cuyos miembros son elegidos por la comunidad.
Son alrededor de 50.000 asentados sobre tierras fiscales, pertenecientes a algunas misiones religiosas y barrios en la periferia de los centros urbanos (ejemplo: barrio toba de Resistencia).
Participan, junto a los campesinos, en la Unión de Pequeños Productores Chaqueños, y mediante ésta también se tiene presencia en una organización a nivel regional.
Los asentados en comunidades rurales continúan con las prácticas tradicionales de caza, recolección, pesca y agricultura (algodón, maíz, mandioca, porotos), cultivan la tierra en pequeñas parcelas, son peones temporarios en los algodonales, obrajes, aserraderos, hornos de ladrillos y carbón o empleados municipales en los pueblos.

Las artesanías tradicionales se mantienen (cerámica, tallado,  cestería, y tejidos) constituyendo, aunque magra, una constante fuente de ingresos. En la ciudad de Quitilipi (Chaco) se realiza anualmente una Feria de Artesanía Aborigen, a la que concurren representantes de toda la provincia.

En general, para todas las etnias, la infraestructura sanitaria de los asentamientos es prácticamente nula; tal situación se ve agravada por la falta de profesionales "que entiendan" sobre las peculiaridades de sus culturas, lo que provoca continuos choques y fricciones.
Se registra una alta tasa de tuberculosis y enfermedades gastrointestinales:
En Formosa se calculaba, hacia fines de 1993, que un 45% de la población aborigen (de la cual los  tobas son un 30 %) se encontraba afectada por tuberculosis pulmonar y un 35% de sífilis o venéreas, siendo numerosos los casos en que la misma persona sufra de las dos enfermedades al mismo tiempo. También se registran casos de Chagas parasitosis y anemia.
El Chamanismo toba, a cargo de los llamados "piogonak, sigue vigente, y es tan fuerte su presencia como pocos son los médicos y/o enfermeros que llegan hasta las comunidades.

En cuanto a la educación escolar, el porcentaje de ausentismo y deserción es elevado, pudiendo mencionarse entre las causas principales las migraciones estacionales, la falta de escuelas bilingües y los programas no adaptados a la realidad aborigen.

ETNIA MOCOVI

Los mocovíes pertenecen al grupo Guaycurú, junto con los tobas y pilagá. Son aproximadamente 7.300 personas.

Viven en la provincia de Santa Fe y sur de Chaco. No poseen tierras. Viven en caminos abandonados, en campos trabajando como peones, y en los barrios periféricos de las ciudades.
La pérdida de la tierra trajo aparejado la destrucción de su antigua organización. Muchos viven dispersos y otros conforman comunidades con identidad propia en la periferia de las ciudades o en las zonas rurales. Actualmente se están organizando en ambas provincias junto con otras etnias.

La economía es de subsistencia. Trabajan de peones rurales, hacheros, cosecheros, empleados en aserraderos o municipios.
Los que cuentan con una tierra realizan minicultivos de algodón, hortalizas, maíz, etc. Algunos hacen artesanías venden o cambian por alimentos, ropa, etc. Carecen de protección laboral y social.

A pesar de la aculturación se identifican como mocovíes con sus formas de ser, pensar y hacer. Muchos hablan su idioma aún, y actualmente hay un fuerte movimiento de recuperación cultural.

ETNIA WICHI

Los wichi (llamados en forma despectiva matacos son aproximadamente unas 80.000 personas. Junto con los chulupíes (unas 1.200 personas) y los chorotes (unos 900) forman la familia de los Mataco-Mataguayo.

Viven en Salta, Formosa y Chaco, en Argentina. También en Bolivia y Paraguay.

Es pueblo del monte aunque ocupan las periferias de los pueblos como Ingeniero Juárez y Las Lomitas en Formosa, o Los Blancos y Embarcación, en Salta.

Hoy ocupan tierras marginales, montes deteriorados debido a la tala indiscriminada de árboles y a la instalación de petroleras que ocasionan la pérdida de la fauna autóctona.

En Formosa, las comunidades del oeste recuperaron, en gran parte, el reconocimiento legal de las tierras que ocupan.

Viven en comunidades situadas en las cercanías de poblados blancos, en medio del monte o sobre la ribera del Pilcomayo y Bermejo, con líderes tradicionales y elegidos por la comunidad.
Comparten con otras etnias el resurgimiento de la organización de la lucha por al tierra. Participan con sus representantes en el espacio reconocido por las leyes del aborigen.
Muchos aún practican la recolección de frutos y miel del monte, cazan y pescan.

Otros trabajan en obrajes madereros, en desmontes o son cosecheros temporarios en campos ajenos. Tallan la madera del palo santo, tejen con fibras de chaguar y hacen una utilitaria alfarería que venden también.

Las enfermedades que diezman a las comunidades, como al resto de sus hermanos son la tuberculosis, desnutrición, Chagas, venéreas, brucelosis, se ven incrementadas por la descompensada dieta alimenticia basada en maíz, zapallo, carne de cabríos y pescado, fruta y casi nada de verdura. Algunos fueron víctimas del cólera.

Se estima que sobre el total de 17.800 habitantes de origen mataco-mataguayo el analfabetismo asciende al 40% señalándose como causas de deserción escolar la carencia de establecimientos escolares, traslados de grupos familiares por razones laborales, situaciones conflictivas con los docentes, etc.

La mayoría tiene arraigadas costumbres de vida con dependencia plena de la naturaleza y aún conservan elementos de su rica cosmovisión, su lengua y curaciones naturales, entre otras cosas.

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