CUENTO DE TONINO GUERRA
Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa.
Luego entran dos personas:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres pendientes.
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van.
Pregunto:
- ¿Cuáles son esos “Cafés pendientes”?
Me dicen:
- Espera y verás.
Luego vienen otras personas.
Dos chicas piden dos cafés y pagan normalmente.
Después de un tiempo, vienen tres abogados y piden siete cafés:
- Tres son para nosotros, y cuatro pendientes.
Pagan por siete, se toman los tres y se marchan.
Después un joven pide dos cafés, bebe sólo uno, pero paga los dos.
Estamos sentados, hablamos y miramos a través de la puerta abierta la plaza iluminada por el sol delante de la cafetería. De repente, en la puerta aparece un hombre vestido muy pobre y pregunta en voz baja:
- ¿Tienen algún "café pendiente"?
Este tipo de caridad, por primera vez apareció en Nápoles. La gente paga anticipadamente el café a alguien que no puede permitirse el lujo de una taza de café caliente. Allí dejaban en los establecimientos de esta manera no sólo el café, sino también comida. Esa costumbre ya ha salido de las fronteras de Italia y se ha extendido a muchas ciudades de todo el mundo.
"El Café Pendiente" - Tonino Guerra, contó la historia de uno de sus directores Federico Fellini y Vittorio De Sica. Incidente que, según él, puede traer lágrimas a cualquiera.
Hay muchas maneras de ayudar y ser más solidario!
Café pendiente es una práctica filantrópica que tuvo sus orígenes en Nápoles, Italia, en el año 2008. La idea supone una cadena de consumiciones de café. El consumidor paga el suyo primero y deja pago uno o varios más en carácter de "pendientes" para quienes no puedan pagarlo. Cuando las personas sin recursos económicos preguntan si hay algún café pendiente, si es el caso se le invita a un café que pagó previamente otro consumidor. Gracias a la inmensa difusión de estas prácticas mediante las redes sociales, se ha llegado a difundir en varios lugares del mundo.
Los tiempos de crisis agudizan el ingenio y promueven la solidaridad. Por si todavía hay quien lo duda, acaba de nacer en Italia una preciosa iniciativa que lo demuestra. Los Cafés Pendientes, que se están extendiendo como la pólvora por las redes sociales.
El café ha sido siempre testigo de reuniones de amigos, trabajo y sociales. En muchos países de la cultura occidental el café es el convite habitual para una reunión, pero también una bebida de consumo habitual en la mayoría de los hogares; desde el desayuno a la sobremesa de la cena el café ha sido testigo de innumerables juntas de trabajo y reuniones de amigos o simplemente una charla amena con algún conocido.
La práctica del café pendiente procura que mediante pequeñas acciones se pueda colaborar con los más excluidos del ejido social, haciendo de esta multifasetica bebida un compromiso con la solidaridad.
Esta propuesta, que nos invita a compartir con quienes más lo necesita, resulta genial por su sencillez y porque se basa en la confianza entre personas que estamos cerca.
Basta con entrar en cualquier establecimiento que luzca el distintivo de ‘Cafés Pendientes’, tomarnos uno –o no-, y dejar otro café pagado para que alguien sin recursos pueda disfrutarlo sin necesidad de dinero.
La idea no es nueva. Nació hace más de un siglo en Nápoles, Italia. Cuando un obrero tenía algo que celebrar, bebía un café y dejaba otro ‘caffè sospeso' para quien viniese luego y no pudiese pagarlo.
Un acto de solidaridad completamente anónimo para quien lo recibe; el funcionamiento no puede ser más simple. Llegas a un bar, pides ‘dos cafés y tres pendientes’, y al rato vendrá alguien preguntando ‘¿hay algún café pendiente?’, que lo disfrutará sin pagar un duro. O, mejor, el camarero anotará en una pizarra exterior cuántos cafés hay pendientes y así nadie tendrá que entrar en vano.
Por supuesto cualquier local puede sumarse a la iniciativa sin más que anunciarlo a sus clientes.
La ciudad de Río Cuarto en la provincia de Córdoba, Argentina ha sido la primer localidad de ese país en adherirse por ordenanza municipal a esta práctica. El Concejo Deliberante de esa ciudad cordobesa confirmó que está adherida a la modalidad de dejar pago un café para que sea consumido por quienes no tienen recursos económicos.
Gracias a las redes sociales, esta práctica ya "se ha extendido a varios países, con muy buena respuesta de la gente", expresaba la concejal socialista Viviana Yawny al momento de presentar el proyecto, que el Concejo Deliberante de Río Cuarto confirmó estos días.
"Esta acción recién comienza, y necesita de difusión para que más personas dejen cafés pendientes, y se generen lazos solidarios partiendo de los pequeños gestos, quienes lo conocen saben que es una buena idea", continúa en sus explicaciones.
Tras la aprobación del proyecto, la Subsecretaría de Desarrollo Social lo implementará invitando a todos los locales gastronómicos y quienes estén interesados, recibirán todo el material identificatorio, a fin de que los clientes sepan que allí pueden colaborar.
Además, se confirmó que se colocará una urna identificada con el logo de "Café pendiente" donde se depositarán los importes correspondientes a los cafés donados, luego en colaboración y coordinación con la Subsecretaría de Promoción Social los bares adheridos elegirán los lugares (instituciones, vecinales, copas de leche, iglesias u otros) a los efectos de llevar los cafés pendientes".
En tanto, varios locales gastronómicos de Capital Federal y Gran Buenos Aires se sumaron a la propuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario