De todos es conocido que la política es la acción de determinadas personas
en busca del beneficio de la sociedad en general, pero habitualmente está
viciada por aquellos que más que el interés general busca el propio.
Un buen
político es aquel que sabe entender a sus conciudadanos y sabe dar solución a
sus problemas cotidianos, obviamente no se pueden solucionar de manera
individual pero si de modo colectivo y esa es la verdadera función de la
política.
Ya en la
antigua Grecia, se empleaban sistemas asamblearios para la toma de decisiones
por sistemas de mayorías para así poder satisfacer a la mayor parte de los
ciudadanos de la polis. Se trataba de evitar que el poder recayera en pocas
manos para así lograr un mayor interés en las cosas de todos.
Pasados los
siglos, el sistema político trata de reproducir con ciertas adaptaciones, no en
vano el sistema parlamentario actual se parece al sistema asambleario de la
antigua Grecia. Aquellos sistemas que durante gran parte de la historia fueron
por la intención de los poderosos de silenciar a la mayoría de los ciudadanos y
para ello no dudaron en recurrir incluso a las religiones.
Hoy día por
desgracia es triste ver casos de personas que aprovechan sus cargos políticos
para obtener beneficios personales, para medrar sobre los demás sin dudar en
usar los medios que sean precisos... Prácticas de este tipo dan lugar a una
malísima imagen de la política ante la sociedad. Lo más triste es cuando estos
casos de utilización de los medios que sean para permanecer en cargos se dan en
personas jóvenes de las que se espera que lucen por lo que creen pero de modo
colectivo no por lo suyo propio, pero es lo que hay y por desgracia si las
nuevas generaciones de políticos se auto eligen presidentes de instituciones,
tratan de obtener el mayor protagonismo al margen de lo que diga la
colectividad a la que representan, etc. mal camino lleva la política en un
futuro no muy lejano en el tiempo.
El concepto
de lo que debe ser una organización, especialmente las orientadas a la
política, es la de estar aún más cerca de la gente y en especial de los jóvenes
que es uno de los estratos sociales a los que menos referencia hacen los
políticos, y ser intransigentes con aquellas medidas que puedan dañar a los
jóvenes y tratar de responder incluso al partido matriz en aquellos casos en
que su política se desvíe de los ideales del partido y del de los jóvenes a los
que debiera representar, por eso creo que se debe ser consecuente con lo que
uno piensa pero a la vez leal con la organización al a que pertenece y nunca
perjudicarla con actitudes oscurantista y completamente fuera de lugar solo por
la nefasta ambición personal de obtener puestos más altos... pero cuanto más
rápido se sube más dura será la caída.
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