El nombre de la fiesta corresponde a las sarcásticas representaciones artísticas de figuras conocidas como ninots que durante la celebración están ubicados en las calles y plazas de Valencia. Estas representaciones se encuentran agrupadas en fallas, monumentos compuestos por varias escenas críticas y ninots.
Construidos por profesionales, llamados artistas falleros, la presidenta Cristina Fernández, fue representada con una bolsa de dinero abajo del brazo en la falla (monumento) llamada Almirante Cadarso -Conde Altea, mientras que el ninot de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, muestra a la mandataria vestida para el carnaval.
Otro de los que no se salvó en Valencia fue Sebastián Piñera, el mandatario de Chile, que en la imagen se lo ve vestido de minero, para recordar a los trabajadores rescatados tras el derrumbe de la mina San José en ese país.
El presidente Chávez, vestido de general en la guerra de Independencia, y el presidente Barack Obama también se destacan entre las piezas de madera. Vestido de Blancanieves, dicen que el muñeco de Obama va acompañado de la leyenda “Baracknieves y los siete Sudamericanitos”.
El origen esta fiesta tiene varias versiones. Uno se remonta al siglo XVIII, cuando algunos vecinos de los pueblos colgaban en sus casas muñecos hechos de forma artesanal, con los que pretendían imitar y denunciar hechos de su vida diaria.
Con el paso del tiempo los muñecos fueron colocándose en lugares públicos y la celebración fue tomando más relevancia y los muñecos se transformaron en grandes representaciones artísticas.
La otra es bien sencilla. Los habitantes de los pueblos valencianos, y en especial los carpinteros, reunían diversos objetos que ya no usaban para quemarlos la víspera de San José, el 19 de marzo, con el fin de conmemorar esta fiesta y deshacerse al mismo tiempo de las maderas que ya no necesitaban.
Ubicados sobre una plataforma, al finalizar la fiesta, los ninots son quemados la noche de San José.
¿Cristina se salvará del fuego? No se sabe. Oficialmente dos, uno de fallas grandes y otro de fallas infantiles, suelen ser indultadas por el Gremio de artistas falleros que llevan los muñecos para su museo.
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