El País De Cartón

Viven a palo a pique, un buen cartón, nylon grueso para el techo de ser posible forrando, no un costado, sino dos. Y por supuesto, enseguida amarrar como se pueda para sostener los vientos, antena al televisor.

Ud. dirá:¿Cómo es esto, rancho pobre el que nombró y esta haciendo referencia al aparato mayor que embrutece mayorías del mundo… … en cualquier rincón ?

Agregara: ¿ y la energía que aquí se necesito ? ¿ de donde saca esta gente para pagar su valor? Pero olvida muchas cosas, ejemplo: como compró el aparato que tiene.. (Casi todos de color)? Para lograr este vicio, ¿ quizá de comer privó ?. ¿A su mujer, a sus hijos, tampoco los abrigó? ¿Tiene trabajo este hombre que ahora vive entre nosotros y vaya a saber de donde sin pensar, desarraigó ? Y como estas, otras cosas que aquí no le expreso yo. Y de responder se trata porque esto viene pasando hace, mas de un año o dos, aunque ahora intenten negarlo los verdaderos culpables de toda esta desazón.

Aquí se siguen sumando los ranchitos de cartón. Y en esta zona de quintas donde cuando hace calor se conseguía alimento en alguna quinta flor; ya no abunda la frutilla ni se busca al juntador, porque ahora con el frio, a no ser que algún patrón lo necesite plantando (si alguna vez fue buen peón), se debe arreglar con nada, y apechuga con los suyos solo a puro corazón.

Al costado de las vías donde ahora se afincó, (donde no existe el impuesto, ni el dólar, ni el corralón) ya no esta solo, son muchos los que el país expulsó porque aquel que nos gobierna después que se lo votó, seguro no tuvo tiempo, y entonces desatendió a estos hermanos de nadie…que estorban (!diga que no!) Y ahora habrá que mantenerles la luz, el televisor, los vicios, si es que los tienen; remedios si se enfermó, y encima criarle los hijos y pagarles comedor en esa escuela cercana que existe, gracias a Dios. Estoy poniéndole en letra algo que quizá pensó, no me avergüenza decirlo también he pensado yo, y me duelen las preguntas, que esto nos este pasando: ¿Alguno lo imagino? ¿Dónde se fue mi Argentina? ¿Qué he dejado de hacer yo?

Y me quedan los caminos que me abre la razón, ya que si no pienso un poco me traiciona el corazón, y es probable que cometa seguramente un error acusando yo a esta gente privada de educación; creyendo que son culpables del rancho, el televisor, de la energía robada, la escuelita, el comedor; y votar por ignorantes esa promesa vacía que les ofrece un cabrón, sabedor de que se queda aunque la torta se achique, siempre la mejor porción.

Dentro de poco, se dice, se volverá a la elección. Esperemos que esta vuelta con razón y corazón, todos piensen en la Patria y se termine este horror a que llevo la avivada y mucha improvisación, que ha sumido en la pobreza, la desazón y el dolor, no solo a los que ahora vemos al costado de las vías, sino también a nosotros que no hemos querido irnos y miramos azorados pensando, (si no acertamos), pensando cuanto nos falta para construir con desechos, la casa que nos abrigue en esta tierra tan linda que han convertido de a poco … ! En un país de cartón!

Oscar Julián Finochietti
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