El diccionario Larousse define al populismo como "doctrina política que pretende defender los intereses y aspiraciones del pueblo".
La palabra clave en esta definición es "pretende", que significa "dar como excusa". Encontrar otra significación o tratar de hacerlo es ignorar la historia, es equivalente a encontrar bondades en la palabra "terrorismo".
Marcos Aguinis en su libro "¿Qué Hacer? – bases para el renacimiento Argentino (www.aguinis.net), resume a su modo el Populismo: "Hasta su nombre es engañoso, deriva de la palabra pueblo, pero populismo no significa interés dominante por el interés de ningún pueblo. Tampoco que se gobierne a su favor significa que se manipula al pueblo para satisfacer al caudillo de turno o a su círculo de fieles. El pueblo no es servido sino enajenado, cae bajo la hipnosis de quien simula amarlo y sacrificarse por su felicidad. El pueblo en este caso no es sujeto, sino rebaño que se conduce, alimenta y carnea.
"El instrumento de alienación para engrillar los tobillos y el cerebro de una sociedad populista es el asistencialismo clientelista. El populismo quiere que el pueblo sea mediocre y cómplice, lo quiere fanáticamente agradecido, irracional, miserable.
"El populismo simula ser revolucionario y lo simula muy bien. Nunca pierde de vista que el pueblo debe ser objeto de eterna seducción, de mareante propaganda, de ese modo atrapa la pasión de jóvenes, intelectuales y gente solidaria que cae bajo sus hipnóticos malabarismos ideológicos, siempre ambiguos, siempre cambiables".
Aguinis señala algo más grave aún: "El populismo inyecta pereza en el pensamiento y esto es letal. Desaparece la capacidad critica, se atrofia la lógica, se oscurece la visión".
Juan José Sebreli, en su libro "Critica de las ideas políticas Argentinas" demuestra que en la argentina hubo populismo conservador, radical y peronista.
El populismo peronista llegó mas lejos que los otros y hasta ahora, con su líder y fundador muerto hace mas de un cuarto de siglo, continua atrapando gente en sus redes, con la excusa de que siempre anda en busca de la versión "Auténtica" o la "Renovadora".
CARICATURA DE MODELOS
Nuestros modelos deberían ser los países que crecen, no los que fracasan o se han estancado. Ningún país, en ninguna parte del mundo, fue exitoso con las recetas populistas que, por desgracia, son las reclamadas y permanentes en la Argentina.
El populismo esta metido en la sangre de casi todos los países atrasados, como una infección. En la Argentina tuvimos diversos modelos económicos, pero siempre contaminados por la deformación populista. Aquí no le fue bien a la socialdemocracia, ni al neoliberalismo (que en otros países funciona) porque, en realidad, no fueron tales, el populismo los degenero.
Ni el uno ni el otro son compatibles (en sus versiones exitosas) con el monopolio, el asistencialismo desenfrenado, el clientelismo, la corrupción, la impunidad, el amiguismo, la ineficiencia y la continua violación de la ley en beneficio de los privilegiados de turno. En consecuencia, no se trato de "modelos", si no de su caricatura.
Los grandes pensadores como Mario Vargas Llosa, José Saramango y Carlos Fuentes, demuestran su perplejidad ente el fenómeno peronista. En un destacado articulo en el diario "La Nación" titulado "El Bipopulismo Unipartidista", se cita la incomprensión de Vargas Llosa ante la vigencia del justicialismo, a pesar de las décadas de decadencia argentina con el partido justicialista en roles protagónicos, y agrega: "seguramente nadie desconocerá que el radicalismo ha sido un partenaire indispensable en la tragicomedia nacional", y finaliza " un extraño país que paso del bipartidismo populista al bipopulismo unipartidista, solo se explica por la ausencia de un liberalismo genuino y progresista. Se trata de un concepto que se devaluó al ser eternamente usurpado por derechistas autoritarios y por lobistas inescrupulosos, que favorecieron siempre la concentración de riquezas y la desigualdad, alimentando de ese modo el personalismo demagógico caudillista.
Roberto Cachanosky define con acierto que es el populismo, también en "La Nación": "La demagogia populista esta abocada a repartir miseria, sin preocuparse por crear riqueza y hacer crecer a la Argentina. El populismo puede subsistir mientras tenga que repartir, dado que ignora las políticas que permiten generar riqueza. Es mas, los populistas desprecian las inversiones porque generan puestos de trabajo y esos puestos de trabajo les quitan clientela política, porque la gente puede valerse por si misma. Los populistas necesitan la pobreza para subsistir como defensores de los humildes. Si se acaba la pobreza y la miseria, los populistas se quedan sin negocio" (cualquier similitud con "BARRIOS DE PIE", juro que es pura coincidencia).
El populismo promete a los pobres sacarlos cuanto antes de su condición. Acto seguido, dicta medidas demagógicas que adulan la imaginación de los pobres, pero en verdad, empeoran su suerte y aumentan su numero.
El populismo ama tanto a los pobres, que los multiplica. Como los pobres no alcanzan a percibir el secreto mecanismo de esta paradoja, siguen votando a sus presuntos benefactores. Cuantos más pobres haya, más votos tendrán los que los multiplican.
Objetivamente entonces, al populismo le conviene el aumento de la pobreza con esta condición: que los pobres sigan ignorando la verdadera razón su pobreza, basta para ello con no educarlos demasiado.......o mejor, nada.
Argentina, décadas atrás, tenia tres veces el producto bruto interno brasileño y casi todo el resto de Latinoamérica en su conjunto, hoy no llegamos ni a la tercera parte del PBI brasileño, populismo mediante.
La pérdida de memoria comporta la idiotez.
E-mail: victorhugogimenez-@hotmail.com
Imprimir artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario