La sonrisa es el alumbrado de la cara y la calefacción del corazón.
Si no empleas tu sonrisa, eres como un hombre con un millón de dólares en
el banco y sin chequera.
Cuando sonreímos a alguien, nueve de cada diez veces nos devuelve la
sonrisa; o sea que en definitiva son dos las personas a las que comunicamos
alegría y cuya existencia mejoramos. Toda sonrisa es producto de otra sonrisa.
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