Unas de las grandes definiciones del concepto TRABAJO es:
“Esfuerzo personal para la producción y comercialización de bienes y/o servicios con un fin económico, que origina un pago en dinero o cualquier otra forma de retribución. Es una parte o etapa de una obra de un proyecto para la formación de un bien de capital. Labor, deber, relación y responsabilidad que debe realizarse para el logro de un fin determinado y por el cual se percibe una remuneración.”
Ahora bien, para poder entrar en el tema y comenzar a calentar motores (así dice un amigo), me tomare el atrevimiento de destrozar esta frase para dar lugar a mi entendimiento.
“Esfuerzo personal para la producción y comercialización de bienes y/o servicios con un fin económico.”
No es de dudar el esfuerzo que han puesto millones de personas en la producción y comercialización de los bienes y servicios con un fin económicos. Pero acá tendré la lamentable noticia de informarle al lector que no es lo mismo producir que comercializar. Desde mi poco conocimiento, logre dilucidar que históricamente aquellos que quisieron realizar las dos cosas a la vez, no lograron los objetivos deseados (siempre hablando en forma general, en toda regla hay excepciones), no me detendré a señalar quienes lograron salvar su pellejo de esta postura, más bien quiero señalar que son muy distintos los personajes de est6a trama. Productor es aquel que con su sacrificio es quien moldea el producto, muy por el contrario el comerciante es el que toma ese producto y a costa de fructuosas transacciones se lleva la ganancia, perdón, eso sí, le paga la retribución al productor.
Quizás sea un poco engorroso mi concepto pero en forma ilustrativa pondré algunos ejemplos: Corría enero de 1959, el gobierno desarrollista de Arturo Frondizi propone que en Congreso se trate la ley reprivatización del Frigorífico Lisandro de La Torre, alarmados por la pérdida de sus puestos de trabajos, los obreros toman el matadero en forma contundente, esposas, amigos, vecinos y demás concurren al apoyo de estos, el gobierno manda a desalojar a los “revoltosos y vagos” por medio de su aparato represor. Como resultado tenemos la venta del frigorífico y el no levantamiento (hasta el día de hoy) de la huelga declarada en forma unánime por los trabajadores del lugar.
En 1919 una baja del precio de la lana, hace que los productores de lana de la Patagonia argentina protesten reteniendo su producto, la lana. Desde mi concepto, nadie puede obligar a vender su pertenencia, pero al parecer el gobierno de Irigoyen no lo pensó así, mando al ejercito a reprimir ese medida, el resultado… fusilamiento y encarcelamiento de estos productores.
En 1919, el barrio porteño de Pompeya (para otros Parque Patricios) donde daba sus primeros pasos de adolescente Homero Manzi, se vio convulsionado otra vez por los reclamos de obreros, el pedido era aumento de salarios, el resultado el gobierno democrático de Irigoyen dio la solución: represión, muertes, despidos.
Si de sucesos internacionales hablamos, recomiendo la película Tocando el viento, donde se demuestra como el gobierno de Margaret Thatcher influye en los negociados, los obreros pierden todo por una decisión, cerrar la mina.
A ojo de buen cubero, se nota a la lego de mis intenciones, demuestro quien es el productor y quien el comerciante.
Pero el Estado se empecina (no sin interés) que el trabajo dignifica. ¡Al carajo con esa idea!, el trabajo destruye la dignidad del trabajador y fortifica el bolsillo de unos pocos para que si vida se “digna”.
Pero sigamos con la otra parte de este glorioso concepto de trabajo.
“que origina un pago en dinero o cualquier otra forma de retribución.”
Bueno no hay mucho que decir, si, es verdad, origina un pago de dinero o cualquier otra forma de retribución. Nada mas verdadero que esto, para ejemplificar pondré a mi padre que estuvo en la ya mencionada toma del frigorífico Lisandro de La Torre.
“Los sueldos eran magros pero era lo que había”, comenta mi madre, pero mi viejo sin pena y sin gloria fue a defender su fuente de trabajo, con ese famoso pago de dinero que se menciona, solo le alcanzaba para tirar hasta fin de mes, ahhh y para la ginebrita que se tomaba antes de entrar, en el bar de la esquina Lisandro de la Torre y Rondeau (Mataderos), si por la cabeza de los lectores ronda la idea de que era borrachín, les comunico que no es así, la tomaba para tratar de soportar el frio que se tornaba implacable dentro del matadero. Pero qué hay de la retribución, porque el peor de los malintencionados diría que si el sueldo era bajo, alguna retribución tenia. La respuesta es afirmativa queridos amigos, un tanque de guerra que derribo la puerta de entrada del matadero, gases, humo y por si fuera poca la retribución una cantidad de palos en el lomo que quedaban torcidos. Pero como todo jefe, no podía dejar pasar la oportunidad para que mi padre y sus compañeros ganen solos esa bondadosa retribución, la montada le pego a los familiares que apoyaban el paro desde las afueras. Esa retribución la dejaron de por vida, mi madre aún recuerda la cara del milico y las patas del caballo que la atropello y la hizo resbalar por el suelo. No hay que ser mal agradecidos, el patrón hizo lo posible. A mi viejo lo echaron y no hubo indemnización, dijeron que quedo despedido por abandono de trabajo.
Ante estas manifestaciones de obreros desagradecidos con el patrón, los genios de manejar la situación salieron a sostener (vía ministro de economía Don Álvaro Alsogaray): “Hay que pasar el invierno”.
Es una parte o etapa de una obra de un proyecto para la formación de un bien de capital
En esta parte comparto a medias con el autor, si, es una parte o etapa de una obra de un proyecto para la formación de un bien, pero acá discrepo…
Es material para los comerciantes que se florean con sus riquezas y su poderío, pero no es para el productor que todos los meses se florea con las deudas. Desde mi punto de vista no creo que a un trabajador, bajo sistemas de trabajo represores, dejen que se puedan conseguir un bien capital en el tiempo y en la forma que tendría que efectuarse.
Uno de los dichos colectivos en la sociedad es; “El vivo vive del zonzo y el zonzo de su trabajo”, pero para contrarrestar estos pensamientos costumbristas se puede decir también “el diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo”
Para ir terminando con esta defensa vulgar (para otra cosa no me da mi inteligencia) expondré la ultima oración de los que si son inteligentes.
Labor, deber, relación y responsabilidad que debe realizarse para el logro de un fin determinado y por el cual se percibe una remuneración.”
Otra vez con la bendita remuneración, como si a los trabajadores (productores) les estarían dando millonadas de pesos por mísero trabajo que a ellos les da perdida, pero bajo su eterna caridad dejan sus riquezas en vía de la ya famosa Justicia Social.
Labor, deber, relación y responsabilidad, eso se pide y eso se da, no hay duda, los trabajadores dan eso y mucho mas, dan su vida, dan su cuerpo, dan todo lo que pueden dar. A cambio ¿Qué le dan?, quizás no sea yo el que tenga esta respuesta (si la tengo pero es más positivo que cada uno saque sus conclusiones).
Como si fuera poco, aparte de estas retribuciones, el patrón le da consejos (como buen padre que es) “de la casa al trabajo y del trabajo a la casa” no sea cosa que entre el camino se detengan a tomarse un vinito que es pecado.
Para concluir con estas líneas, copiare un pensamiento que también lo encontré (vaya la divina providencia…) dentro de un revuelto de papeles que ni siquiera tiene autor.
El trabajo no es el que le da dignidad a la vida de cada ser. Pero tomar conciencia de este hecho tiene un alcance esencialmente subversivo, pues mientras a la gente se le diga: su trabajo es la base de la vida, es el fundamento de la sociedad, es el principio de la cohesión social, no hay más sociedad posible que ésa, con lo cual la gente se vuelve psicológica, política y socialmente dependiente del empleo. Por lo tanto, se fuerza a los individuos a tratar de conseguir a toda costa uno de esos empleos cada vez menos frecuentes. Y cuanto más lo hacen, mayor poder ganan los empleadores sobre ellos. El discurso sobre el carácter central del trabajo, sobre la perpetuidad de la sociedad laboral, de la sociedad salarial, tiene una función de estrategia de poder de parte de la burguesía, del capital y de los empleadores.
http://cruzdelsur.fullblog.com.ar/que_es_el_trabajo_611197828460.html
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