En la Cámara de Diputados de Santa Fe, socialistas, radicales y reutemanistas acaban de aprobar -con el voto en contra del Frente para la Victoria y el SI (Solidaridad e Igualdad)- un despacho de Comisión para reducir el área para contaminar con con productos tóxicos (glifosato, endosulfán o el 2-4 D) en la zona limítrofe a los centros urbanos. Antes era a 300 metros de centros urbanos, ahora es a 100 metros, de acuerdo al nuevo impulso...medioambiental.
El caso es que se estaba tratando una modificación de la Ley 11273 que regula la comercialización y aplicación de productos fitosanitarios de Santa Fe, que data de 1995 (o sea antes que Felipe Solá, como Secretario de Agricultura de Menem, autorizase el uso de las semillas transgénicas para el cultivo de soja) y permitía aplicar estos productos hasta unos 300 ó 400 metros de distancia de una zona poblada, urbana o semiurbana.
De prosperar esta modificación, esa distancia se reduciría a 100 metros, aún cuando existen casos comprobados de perjuicio a la salud.
Antes de esto, y previo a la asunción de Hermes Binner como gobernador, la Legislatura modificó a su pedido la Ley de Ministerios y creó un Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente (de esto último existía una Secretaría de Estado desde el 2000), entre cuyas funciones estaba intervenir en todo lo vinculado a los productos fitosanitarios (que antes era competencia del Ministerio de Agricultura y Ganadería).
Una vez en el gobierno, por presiones de los empresarios de soja transgénica sin elaboración para exportación (hoy conocidos como Mesa de Enlace) Hermes Binner dictó este decreto: por el cual el tema volvió (en realidad nunca se fue) al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio, y desde allí se gestó esta nueva ley que permitiría fumigar en el patio de las casas.