Para muchos hombres, la fantasía de estar con un par de mellizas está al tope del ranking. Para otros, ni califica. Pero para Andrés Calamaro, ese ítem ya se tachó de su lista allá lejos y hace tiempo, cuando por su cama pasaron Victoria y Soledad Rodríguez, las famosas “mellizas petardo”. Las hermanas, desconocidas en los medios hasta ese momento, quedaron inmortalizadas en un tema del disco Honestidad brutal, que editó el Salmón en 1999. Nadie sabía si ellas eran reales o sólo un mito más del rock argentino hasta que cuatro años después, Victoria, la más rebelde de las mellizas, fue fotografiada a los mimos y en la playa con Diego Torres, y salió a la luz que ella y su hermana eran las musas de Calamaro. Ahora, vuelven a ser tapa de revistas gracias al romance recontra confirmado entre Victoria y Eduardo Celasco, ex yerno de Susana Giménez.
Amor y fama. “Santo grial del rock and roll animal”, las llamó el ex líder de Los Rodríguez, que le dedicó a su encuentro un tema llamado, justamente, Victoria y Soledad. “No son una fantasía ni son una realidad, una sola vez vi juntas a Victoria y Soledad y nos dimos un gran beso en honor a la verdad (...) Casi las tuve en un abrazo a las dos pero no hubo lugar para amor de a tres, no tengo corazón pero te digo la verdad, las mellizas eran lo mejor de la ciudad”, cantaba Andrés. Y con los casi tres minutos que dura el tema, las hermanas saltaron a la fama. Tras el fugaz romance de Victoria con Torres, quien para ese verano estaba en crisis con quien era su novia por entonces, la actriz colombiana Angie Cepeda, las mellizas entraron al mundo del espectáculo sin escalas. Primero, hicieron teatro con Gerardo Sofovich (aunque las críticas decían que no sabían ni bailar ni cantar ni actuar); después participaron del programa de televisión del productor, La peluquería de Don Mateo; y finalmente, aprovechando el envión, volaron a España para probar suerte y llegaron a la tapa de Interviú.
Allí, Victoria y Soledad contaron cómo fue su encuentro con Calamaro. “Nacimos en Mar del Plata y aquí Andrés es muy querido, como en toda Argentina. Teníamos 18 o 19 años cuando anunciaron un recital en nuestra ciudad. No éramos de esas que persiguen a los artistas, pero al final del concierto nos quedamos a ver si lo conocíamos. Uno de su equipo nos vio y pasamos al backstage. El encuentro duró un minuto, pero aquel momento loco, aquel ‘flashazo’, a Andrés lo inspiró.” Algo tímidas, las chicas no se animaron a confirmar si le cumplieron la fantasía al músico. “Nos abrazó, nos besó y nos dijo lo lindas que éramos. Lo que ocurre es que un mes después, en otro concierto, pude ir al camerino para charlar un rato con él. Había más gente con nosotros y me dijo: ‘Les escribí a vos y a tu hermana un tema. Si encuentro pronto la melodía, la incluiré en el próximo trabajo’. Yo le pregunté cómo podría saber cuál sería la canción y él me respondió: ‘No te preocupes, será fácil saberlo’. La verdad es que nunca existió una historia de amor entre los tres, sólo fue una fantasía”, contó Victoria, a quien en Interviú ya habían descripto como la más suelta y atrevida de las dos. Por eso, ella misma intentó avivar el tema para ver si se le daba su sueño de convertirse en una estrella, aunque por ese entonces, con 27 años, intentaba terminar el Traductorado de Inglés: “¿Que si le hubiera gustado un trío? No lo sabemos. Tampoco me veo yo en la cama con mi hermana, pero está claro que es el morbo, la fantasía de cualquier hombre, y encima dos hermanas mellizas. De ahí a decirlo tan explícito en la canción… aquí en Argentina se decía que habíamos estado los tres, pero no fue así”.
De nuevo en Buenos Aires, Soledad prefirió seguir estudiando Marketing. Pero Victoria aun quería ser famosa y aceptó participar de un reality hot en Playboy TV. Además, juntas, se animaron a la tapa de la revista del conejito e hicieron una producción caliente para la revista Hombre. Lamentablemente, la suerte no estuvo de su lado y su carrera artística nunca prosperó. Instaladas por temporadas en Capital Federal, las “petardo” eligieron abrir una boutique en Mar del Plata, por lo que viajan seguido a su ciudad natal, donde el fin de semana pasado fueron retratadas junto al novio de Victoria desde hace más de dos años, Eduardo Celasco.
En 1999, Andrés Calamaro lanzó Honestidad Brutal, una de las piezas fundamentales de su discografía. En el repertorio de 37 temas está incluida Victoria y Soledad, una canción dedicada a dos mellizas que el músico conoció a la salida de un recital y lo dejaron encandilado.
Once años después, una de esas hermanas, Victoria fue noticia en todos los medios por haber sido agredida por la ex esposa de su nueva pareja, Mercedes Sarrabayrouse, nada menos que la hija de Susana Giménez.
¿Pero qué decía la poesía que le dedicó el Salmón a ella y a su hermanita? La letra:
Victoria y Soledad
Entre las dos no sumaban
ni siquiera mi edad
las hermanas mellizas
Victoria y Soledad
son el santo grial del rock and roll animal
no son una fantasía
ni son una realidad
una sola vez vi juntas
a Victoria y Soledad
y nos dimos un gran beso
en honor a la verdad
parecían la canción de Randy Newman
sin la coca
las dos eran demasiado
pero una no era poca
frente a la mar
voy a recordar lo que no fue
pero espero encontrarlas
otra vez, alguna vez
casi las tuve en un abrazo
a las dos
pero no hubo lugar
para amor de a tres
no tengo corazón
pero te digo la verdad
las mellizas eran lo mejor
de la ciudad
hubiera sido lo más triple
que se puede pedir
no basta con vivir
pero mi parte de Victoria y Soledad
estoy buscando algo
que no voy a encontrar
a Victoria y Soledad cuando se van
un año de Victoria y Soledad
Victoria y Soledad
filosofía y realidad
las ame por separado
pero juntos somos más
otra lección
que la vida me dio otra vez
éramos tres
Victoria, Soledad y yo
éramos tres
Victoria, Soledad y Andrés.
Intérprete: Andrés Calamaro