Cada vez que no queremos hacer algo, salimos con una de las cosas más hipócritas que podemos conseguir: una excusa.
Y alguien decía, “desde que se inventaron las excusas, todo el mundo queda bien”.
Porque, y a veces hasta yo caigo en eso, es que tratamos de justificar lo que no tiene justificación.
■No te llamé porque estaba muy ocupado… (y no tuviste ni 30 segundo libres para poder llamar entre los 86.400 segundos que tiene el día?)
■Se me olvidó pasarte a buscar… (tenías la mente ocupada en otras cosas más importantes para ti)…
■No tengo tiempo para eso… (es que no quieres organizarte para poder sacar el tiempo para hacer esas otras cosas)…
■Aún no lo he hecho… ( a veces si es verdad que tenemos una lista de cosas por hacer, pero a veces es que no nos provoca o se nos olvidó hacerlo)…
■No te llamé porque no tengo saldo en el celular… (el que quiere llamar busca aunque sea un teléfono público para hacerlo)…
■Es que no fui porque tengo el auto en el taller… (y no puede tomar un taxi o un colectivo?)…
■Es que no puedo ir porque tengo que cuidar a mi primita esta noche… (y la primita no tiene más familia en la ciudad o no existen niñeras?)…
Si no queremos hacer algo, pues nada, inventemos una excusa. Si somos convincentes, a lo mejor nos la creen…
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Departamento GRAL. LOPEZ
martes, 22 de diciembre de 2009
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