Sé Fuente. Sé agua abundante, pura y cristalina para quien tiene sed de amor, de cariño, de fuerza y de apoyo.
Sé Puerto. Puerto de llegada de almas cansadas, abrazando y recibiendo con amor a aquellos que andan perdidos por el mundo, y que necesitan de un lugar tranquilo para descansar el fardo que cargan. Sé también puerto de salida, para quién necesita partir, inspirándole a llevar una vida mejor, con renovadas esperanzas.
Sé Puente. Puente que conecta la vida terrenal a la eternidad del cielo. Para ser puente, comprende, perdona y deja que las personas pasen a través de tí hacia el amor infinito.
Sé Camino. Camino largo, exquisito de pasear. Sé camino que guía, y orienta hacia la verdad a los peregrinos de la vida y estos agradecidos plantarán flores a tus pies.
Sé Estrella. Sé estrella que ilumine gratuitamente a los que se te acercan. Sé estrella guía, estrella de los que navegan por la vida y están perdidos. Sé estrella que desde lo alto muestre a los demás la ruta de la felicidad.
Sé Lluvia, lluvia que moja los corazones secos, vacíos de amor, de esperanza, de paz.
Sé Árbol. Árbol que da frutos para quienes tienen hambre, que da sombra y refresca el arduo calor de los caminantes que siguen por la vida.Porque ser árbol es tener raíces sólidas y profundas, brazos que se alargan, que se extienden es producir flores para adornar el alma de alguien, es ser fuerte y enfrentar temporales.
Marian Benedit
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